Que el clima está cambiando, eso es un hecho. Un hecho que, además, la mayoría hemos vivido. Seguro que te han sorprendido en alguna ocasión temperaturas impropias de determinadas estaciones del año. Más calor en invierno de lo habitual y olas de calor en verano que no dan tregua que recuerdas que hace unos años no vivías. La cuestión es que este cambio en las condiciones climáticas podría elevar el precio de los cereales, lo que es una noticia determinante para el sector agricultor.
Una tendencia a futuro
Esta previsión se extrae de un estudio realizado de la UE que revela que, de todos los factores que pudieran influir en él, tan solo las condiciones climáticas podrían influir de manera decisiva en el precio de cereales de la Unión Europea a futuro. Esto se revela a la misma vez que el hecho de que hay una disminución progresiva de la tierra que se usa para fines agrícolas y que a corto plazo se podría recortar alrededor de 2 millones de hectáreas.
Entre las previsiones destaca la que hace referencia a un mayor uso de los cereales para la alimentación animal, algo que viene motivado por el alto consumo de carne y derivados lácteos del mercado europeo y también a nivel mundial.
Se espera, además, una reducción en el uso de vehículos a motor que utilicen bioetanol, biodiesel, gasóleo o gasolina ya que estos serán progresivamente sustituidos por las versiones híbridas y eléctricas.
No superamos el récord
Si bien esta última campaña la producción de cereales fue de 2.100 millones de toneladas, lo que supuso un récord, en esta campaña 2017-2018 se espera que se vaya a reducir la producción de los cereales hasta en un 3% debido a la disminución de maíz en Estados Unidos, aunque la producción de trigo se va a mantener alta.
La conclusión de este estudio, que ha tenido en cuenta el panorama actual y la tendencia en el cultivo y consumo de cereales, es que tan solo las condiciones climáticas podrían elevar su precio.
En Europa, con condiciones climáticas desfavorables, se espera que los precios se moverían alrededor de 191€ por tonelada para el trigo, 166€para el maíz y 164€para la cebada.
Si, por el contrario, las condiciones fueran muy favorables, los precios estarían en torno a los 150€por tonelada para el trigo, 145€para el maíz y 127€ para la cebada.
El uso responsable del agua sigue siendo un tema prioritario para la agricultura
Teniendo en cuenta las condiciones climáticas actuales y que el sector agricultor es el que emplea la mayor parte del agua que se consume, el uso responsable de este recurso sigue siendo una prioridad.
La forma más eficiente de hacerlo es mediante sistemas de riego adaptados que permitan un uso adecuado para el tipo de terreno y plantación. Cada gota cuenta.
La buena noticia es que los agricultores disponen de gran cantidad de herramientas para lograr este cometido que, no solo beneficia al medio ambiente, sino también a la rentabilidad de sus propios cultivos.